Por eso viven mas tiempo y no envejecen-7 ejercicios que usan las japonesas que son ideales para el cuerpo femenino

Las mujeres japonesas normalmente viven más tiempo que las demás mujeres en todo el mundo.  Gran parte de su longevidad se debe a su dieta y a sus hábitos de ejercicio. La cultura japonesa se concentra en comer grandes cantidades de frutas, vegetales, arroz y pescado. Todos estos alimentos son buenos para tu salud y tu bienestar.

Además de comer bien, ponerte en forma también puede ayudarte a vivir por más tiempo. Este plan de ejercicio lo desarrolló Katsuzō Nishi. Años atrás, Katsuzō Nishi era solo un chico en Japón. Cuando tenía 20 años le diagnosticaron una enfermedad potencialmente mortal.

Él utilizó este diagnóstico como una inspiración para crear un plan de ejercicios saludable. Como resultado, Katsuzō Nishi terminó viviendo hasta los 75 años edad.


1. Cañas en el viento

Este ejercicio está diseñado para incrementar el flujo de sangre hacia tus piernas. Como resultado puede aliviar el dolor en esa zona. Empieza por acostarte sobre tu estómago en una superficie dura.

Dobla tus rodillas e imagina que junto con tus piernas son solo cañas moviéndose con el viento. Mueve tus piernas en círculos mientras intentas tocar tus nalgas con tus talones. Puede que haga. Falta mucha práctica para que logres hacerlo, así que sigue practicando este ejercicio cada día.

2. Una hoja

Este ejercicio es excelente para mejorar tu postura en general. También puede estimular tu circulación cerebral. Acuéstate sobre tu espalda. Tu rostro debería estar viendo hacia el techo. Asegúrate de que te colocas sobre una superficie dura. Relájate por completo mientras imaginas que tu cuerpo se convierte en luz infinita y vacío. Flexiona tus rodillas sin levantar tus pies.

Lleva tus pies cerca de tus nalgas mientras flexionas tus rodillas.

Levanta tu cabeza e intenta tocar tus rodillas con las palmas de tus manos. No permitas que tu espina dorsal se despegue del suelo. Una vez que puedas tocar tus rodillas con tus manos, levanta tu cabeza. Asegúrate de que tu espina dorsal esté en horizontal.

Mantente en esta posición por tanto tiempo como te sea posible. Imagina que energía infinita entra a tu cuerpo a través de tu cabeza. Cuando ya no puedas mantener la posición, relaja tu cuerpo y regresa a la postura de inicio.

3. Un bote

Este ejercicio es excelente para las mujeres después del embarazo. Ayuda a fortalecer tus músculos. Y reducir el peso estomacal. Incluso puede estimular tu sistema digestivo y tu equilibrio. Acuéstate sobre tu espalda con tus piernas juntas. Tus brazos deberían estar a tu costado con las palmas hacia abajo. Cuenta hasta cuatro mientras levantas tus piernas. Los dedos de tus pies deberían estar en punta.

Cuando estés haciendo esto, también deberías levantar la mitad superior de tu cuerpo. Mantén tus brazos estirados y toca tus rodillas con las puntas de tus dedos. Mantente en esta posición hasta que se torne agotador. Haz esto 10 veces si tu condición física te lo permite.

4. Una rama de sauce

Este ejercicio puede disminuir el dolor de espalda. También fortalece tus venas y vasos sanguíneos. Ponte de pie, derecha, tan alta como puedas. Mantén tus pies en paralelo con tus piernas separadas. Enfócate en tu cuerpo e imagina que no tienes peso. Coloca tus manos sobre el final de tu espalda con tus dedos encima de tus nalgas.

Hacer este ejercicio de forma regular puede disminuir el dolor de piernas y de espalda. Ponte de pie, tan alta como puedas. Masajea tu cintura e imagina que tu cuerpo se hace completamente flexible. Con suavidad flexionarse hacia adelante e intenta tocar en suelo con tus manos. Regresa a la posición de inicio y vuelve a flexionarse hacia abajo tan lento como puedas. Vuelve a la posición de inicio. Ahí inclínate suavemente hacia el lado izquierdo y hacia el lado derecho. Regresa a la postura inicial y relájate por completo.

7. Cuerda de arco

Este ejercicio puede reducir la grasa en tus muslos. Puede abrir tus caderas y reducir el dolor en la zona baja de tu espalda. También puede mejorar tu respiración. Comienza en una posición arrodillada. Mientras arqueas tu espalda, con tus manos sujeta tus tobillos. Mantén esta posición por cinco segundos antes de regresar a la posición inicial. Dependiendo de tu edad y tu salud, intenta hacer este ejercicio 10 veces.