Nadie se espera que uno de los puntos de relajación este justamente en los pies, y mucho menos que tengan alguna conexión con nuestro sistema nervioso, vaya que nuestro cuerpo es totalmente maravilloso y contiene misterios que poco a poco y con la ayuda de la ciencia se han logrado descubrir.
Uno de los beneficios de estos masajes en los pies tiene que ver con la función cerebral y el sistema nervioso. Esta técnica incide de manera directa en nuestra capacidad para relajarnos y de esta manera, inducir al sueño.
La vida agitada, los problemas familiares, el estrés y tantas presiones a las que nos vemos sometidos a diario hacen que cuando llega el momento de “recargar las baterías”, no podamos desconectarnos por completo de la realidad y esto dificulte la calidad de sueño, o aún peor, ni siquiera nos permita dormir unas cuantas horas.
Beneficios de los masajes en los pies
Los masajes en los pies antes de ir a dormir pueden ayudarte a conciliar el sueño estas esperando y luego sostenerlo durante las horas necesarias para recuperar energías sin que te despiertes de a ratos, otro de los problemas a los que se enfrentan quienes padecen de insomnio.
Pero además de ayudarnos a dormir, que no es poco, la reflexología podal también puede ayudarte en otras cosas igual de importantes.
– Refuerza el sistema inmunológico.
– Mejora la circulación sanguínea.
– Beneficia los procesos digestivos.
– Es ideal para pacientes afectados de artritis.
– Reduce la sensación de fatiga.
– Distiende y relaja el cuerpo.
– Alivia la sensación de piernas cansadas.
– Alivia las presiones en la nuca y el cuello.
– Combate el estrés.
– Ayuda a aliviar contracturas y distensiones musculares.
¿Niños inquietos e hiperactivos?
No todos los días podemos tener un terapeuta especializado en reflexología para recibir este masaje relajante, pero sí podemos hacerlo nosotros mismos o incluso aplicarlo a nuestros niños, en caso de que los notemos tensos, inquietos y nerviosos.
¿Como hacer el masaje de pies perfecto?
– Relaja la mente y trata de ponerla “en blanco”. Comienza presionando los dedos de los pies empezando por el dedo gordo en la parte más carnosa y luego sigue de esta misma manera dedo por dedo.
– Vuelve a comenzar a partir del dedo gordo presionando en la base del dedo y continúa uno a uno.
– Con el dedo pulgar realiza una presión suave desde el dedo gordo hasta el talón y luego en sentido contrario guiándote por el borde interior del pie.